Esta pregunta es una de las que se oyen más frecuentemente en la consulta de Otorrinolaringología. Hay que tener en cuenta que la garganta o, en su término médico, la faringe es una encrucijada de las vías digestivas y respiratoria y continuamente interviene en procesos tan habituales como la respiración, la fonación y la deglución. Y por otra parte hay que recordar que la faringe es un órgano de tamaño considerable (llega desde la base
del cráneo hasta la unión con el esófago) y está compuesta por varias capas (muscular y mucosa).Está en contacto además con otras estructuras como las fosas nasales, la trompa de Eustaquio, la boca, la laringe o el esófago.
Los síntomas también pueden ser muy variados. Puede haber verdadero dolor al tragar o sensación de cuerpo extraño, o aumento de la mucosidad, sensación de raspado, incapacidad para eliminar el moco, sensación de estrechez, cosquilleos faríngeos, etc…
Por lo tanto, las causas que pueden dar lugar a molestias de garganta pueden ser muy variadas. A veces son causas de vecindad que afectan la faringe. Puede ser un problema infeccioso de la nariz o los senos paranasales donde el moco más o menos purulento cae continuamente a la faringe, irritándola crónicamente. O será un exceso de reflujo del contenido ácido del estómago que atravesando el esófago irrita la mucosa de la faringe y altera una mucosa que no está preparada para ese ácido. Puede también tratarse de una inflamación de las papilas posteriores de la lengua que produce molestias faríngeas. Y también puede dar molestias referidas a la faringe inflamaciones crónicas de la glándula tiroides o aumento óseo de la parte anterior de alguna vértebra cervical (Enfermedad de Forestier) o calcificación de algún ligamento que interviene en la deglución (Síndrome de Eagle)
En la propia faringe también puede haber un acúmulo de alimentos o secreciones que fermentan en las criptas de las amígdalas, inflamándolas y produciendo una bolita dura que “pincha” al tragar. O sequedad excesiva por una mala respiración nasal que impide un moco fluido que proteja la mucosa y mantiene una carraspera crónica. También puede producirse dolor en la musculatura faríngea, en caso de tensión muscular excesiva, sobre todo en casos de excesiva contracción del esfínter muscular en la unión de la faringe y el esófago.
No hay que olvidar la posibilidad de que aparezca un tumor en la faringe o en la laringe que puede producir desde una sensación de cuerpo extraño a dolor al tragar que se puede irradiar hacia uno de los dos oídos. La disfagia (dificultad para tragar) puede acompañar a estos síntomas.
En resumen, múltiples causas pueden producir molestias crónicas en la faringe y solo mediante una exploración otorrinolaringológica adecuada es posible hacer el diagnóstico correcto y realizar el tratamiento más conveniente. No obstante hablaremos en este blog de algunas de estas causas más adelante.
Como hábitos saludables para el buen funcionamiento de la faringe es importante hidratarse bien ingiriendo una cantidad de entre 2 y 3 litros de agua al día, eliminar irritantes como el tabaco y el alcohol, sobre todo los de elevada graduación, y evitar los ambientes secos, intentando siempre inspirar y espirar por la nariz.